El psicoanálisis, como método de tratamiento, se basa en conceptos acerca del funcionamiento inconsciente de la mente desarrollados originalmente por Sigmund FreudEs una aproximación terapéutica que busca descubrir e influir en los factores inconscientes que  determinan las emociones y conductas de las personas a través de un proceso introspectivo y profundo.

Aspectos básicos para que funcione

La calidad del trabajo terapéutico que puede alcanzarse con este enfoque de terapia depende en buena medida de la calidad del vínculo terapéutico, la capacidad introspectiva de quien está en terapia, así como la capacidad de análisis del psicoanalista. Para favorecer lo anterior se sugiere una mayor frecuencia de sesiones semanales, regularmente una, dos o incluso tres sesiones a la semana ayudan a intensificar y profundizar los alcances del psicoanálisis.

El trabajo en el día a día de las sesiones de psicoanálisis puede dividirse entre aquello que realiza el psicoanalista, y aquello que realiza el analizante o paciente. 

Compromiso del psicoanalista
  • En primer lugar, el psicoanalista está comprometido a guardar la confidencialidad de la información de su paciente. No puede revelar su información a menos que cuente con el consentimiento explícito de este. Lo anterior sirve para favorecer que el analizante/paciente sienta la confianza de poder hablar acerca de lo que sea sin sentir temor por el juicio o pena frente a alguien más que el profesional que tiene enfrente.
  • Evidentemente el psicoanalista debe abstenerse de realizar juicios de valor acerca de lo que el analizante/paciente le comparte. Debe ser capaz de mantener una neutralidad respecto a su material, así como debe ser capaz de distinguir entre lo que él mismo siente y lo que la otra persona siente (capacidad producto de su propio psicoanálisis y supervisión), y finalmente debe ser capaz de identificar cuando esa neutralidad no le es posible para canalizar correctamente al analizante/paciente con otro profesional capacitado para atenderlo.
  • Al escuchar todo lo que el paciente dice, lo que elige callar, el modo en que relata las cosas, su lenguaje corporal, etc., el psicoanalista va construyendo una serie de hipótesis acerca de cómo funciona la psique del paciente, se interroga acerca de las razones por las que funciona así, y encuentra los modos, ejemplos y momentos para compartir esas hipótesis con el analizante/paciente para ponerlas a prueba y así confirmarlas, rechazarlas o complementarlas con las reacciones del paciente.
  • La función del psicoanalista es la de ayudar al analizante/paciente a comprender mejor cómo funciona psicológicamente hablando y a hacerse consciente de aquellos aspectos que influyen y determinan su modo de ser, de sentirse y de interactuar con otros e incluso consigo mismo. Esto lo capacita mejor para afrontar los conflictos que le afectan, y en general ayuda a mejorar su calidad de vida al incrementar su autoconocimiento. 
Compromiso del analizante/paciente
  • En primer lugar que asista a las sesiones y haga lo posible por realizar un trabajo constante e introspectivo a lo largo del tratamiento. Es usual y esperado que aparezcan “resistencias” al enfrentar algunos de sus conflictos o que aparezca una “huida” al aparecer las primeras señales de mejoría. Hablar acerca de estas resistencias, o de los sentimientos de estancamiento durante la terapia con el psicoanalista es recomendable y parte del tratamiento como tal.
  • Que hable de todo aquello que le pase por la mente mientras está en sus sesiones. Seguramente una parte de eso será guiado por los objetivos que tiene, por lo que pensó que quería hablar en esa sesión en particular, etc., pero esta instrucción se refiere a que adicionalmente a esos objetivos conscientes, deje de lado su censura y diga las ocurrencias laterales que le vengan a la mente, incluso si le resultan penosas o si le parece que pueden resultar irrelevantes o desconectadas con el hilo de la conversación de la sesión en particular. 
  • Este modo de proceder pretende desenfocar el razonamiento lógico y consciente con el que regularmente organizamos nuestras ideas y nuestro discurso. Al pedirse al analizante/paciente que diga cualquier ocurrencia, se le da importancia a aquello que normalmente desestima (o inconscientemente reprime) y que puede estar relacionado con los motivos de lo que le afecta emocionalmente.
¿Cómo funciona el psicoanálisis?

El trabajo conjunto entre psicoanalista y analizante/paciente es el de ir comprendiendo juntos y cada vez mejor los factores inconscientes que afectan al segundo y que le dificultan afrontar sus conflictos actuales.

Por ejemplo, una persona puede sentirse deprimida por haber terminado una relación de pareja. Si todo marcha bien con su duelo, en algún tiempo logrará reponerse y encontrar felicidad en su vida. Sin embargo, puede darse el caso de que su duelo se “atasque” y no pueda salir de su depresión.

En lo consciente es claro lo que provoca su sufrimiento, sin embargo la misma persona no consigue entender por qué se siente tan miserable luego de terminar su relación. Ahí es donde el psicoanálisis tiene más utilidad.

Al indagar más profundamente sobre la depresión del analizante/paciente, su reciente relación de pareja, y su funcionamiento psíquico en general, irán quedando claros los motivos implícitos (inconscientes) de la depresión.

Por ejemplo, podría darse el caso que la persona no sólo perdió a su pareja sino que había construido su propia identidad alrededor de la otra persona y ahora no tiene gente que la respalde, hobbies propios, etc. 

O podría darse el caso que siente el fracaso de su relación como una catástrofe por las expectativas familiares y sociales que pesan sobre el analizante/paciente que inconscientemente espera satisfacer a todos con sus propios éxitos. 

Incluso podría tratarse de la repetición de una experiencia de abandono sufrida décadas antes por alguna persona significativa como su papá o mamá, y que por la vivencia actual revive los mismos sentimientos que habían quedado enterrados antes. 

El punto es que detrás de la depresión, ansiedad, duelo o conflicto emocional actual de cada persona podemos encontrar un montón de factores inconscientes que pueden dificultar la superación de los mismos. Uno suele saber qué lo afecta, sin embargo muchas veces se tiene la clara impresión de que hay aspectos mucho más profundos que los condicionan.

Aspectos teóricos

Aspectos teóricos

Estos factores inconscientes pueden ser una fuente importante de insatisfacción e infelicidad, que muchas veces se expresa en síntomas reconocibles como angustia, depresión, ansiedad, u otras manifestaciones como rasgos de carácter difíciles y personalidad problemáticas, en dificultades en las relaciones amorosas, familiares o en el trabajo, e incluso afectar el estado de ánimo y la autoestima.

Como estos factores son inconscientes, el consejo de familiares y amigos, la lectura de libros de autoayuda, o incluso los más determinados deseos de cambio, tenderán a fracasar en sus propósitos de proveer alivio.

El tratamiento psicoanalítico puede revelar cómo los factores mentales y emocionales inconscientes influyen en las relaciones actuales y en los patrones de comportamiento, ayuda a rastrear sus orígenes históricos en la vida de las personas, y permite mostrar cómo han cambiado y evolucionado a través del tiempo; así se ayuda al paciente a lidiar mejor con la realidad de la vida que actualmente lleva.

En el curso del tratamiento psicoanalítico , la naturaleza de la relación que inevitablemente se desarrolla, tendrá características significativas derivadas del “mundo interno” (mental y emocional) de las personas y de cómo se relacionan con los demás para acoplarse a las distintas demandas de la sociedad. Esto hace posible un profundo entendimiento de estos factores y permite trabajar en muchos de ellos que llevan a cambios deseables y significativos.

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